El estudiar en el extranjero resulta una experiencia que beneficia a aquellos valientes y ambiciosos por conocer y conquistar zonas que van más allá de su zona de de confort.
Es verdad que el solo decirlo resulta sencillo, sin embargo, requiere poner a prueba la capacidad intelectual y emocional del próximo alumno internacional en ámbitos como el trabajo en equipo con personas de diferente nacionalidad, dominar un segundo (tercero o hasta posterior) idioma, y el estar dispuesto a ampliar su perspectiva sobre el mundo o un nuevo país.
Al tener estudios en el extranjero, es de gran importancia destacar también, que el estudiante mejora sus habilidades de comunicación y, además, sale mejor preparado para el mundo laboral, pues ya ha estado en un contexto diferente, y cuenta con experiencia internacional, lo que beneficiará la futura empleabilidad del egresado.
Para resumir en pocas palabras todo lo que se puede lograr estudiando al menos un semestre fuera de tu país, podemos citar el artículo de Armando Aguilar* que predica: “Seis meses de movilidad internacional cambian a una persona tanto como cuatro años de una vida normal”, así como la primicia de que, según expertos, al menos una vez en la vida, el estudiante debe emprender.
*Armando Aguilar: “Seis meses de estudio en el extranjero equivalen a cuatro años de vida normal”; elpais.com ; 2019