Al igual que las ciudades, las comunidades rurales en Canadá son cada vez más diversas y es que nuestro mundo se está convirtiendo en una aldea global, con un flujo imparable de personas, bienes y servicios que cruzan las fronteras internacionales. Canadá no es la excepción.
Las inversiones realizadas por extranjeros e inmigrantes se han convertido en un tema controvertido, especialmente cuando ocurren en nuestras comunidades agrícolas rurales.
En las últimas décadas, era raro que los inmigrantes de minorías étnicas se establecieran en granjas. Ahora, los aspirantes a agricultores vienen de todas partes del mundo y traen consigo más dinero para comprar tierras, lo que desafía el estilo de vida tradicional en las comunidades rurales canadienses.
Los recién llegados luchan por ser aceptados en comunidades rurales
David Fu, es un agricultor inmigrante chino que compró tierras en un pequeño pueblo de Saskatchewan hace unos años. En China, los agricultores no pueden poseer la tierra que cultivan. Fu está encantado de convertirse en un terrateniente en la provincia, y toda la familia ha trabajado arduamente y disfrutan de los frutos de su trabajo, que Fu nunca habría tenido en su pequeña granja estatal en China.
El paisaje en Canadá está cambiando. Nuestras comunidades pueden cambiar; nuestros vecinos pueden cambiar Pero a través de la comunicación, los locales pueden trabajar junto con los recién llegados para formar una nueva sociedad armoniosa e integrada, mientras que los recién llegados hacen esfuerzos para comprender a los locales que han vivido en sus comunidades durante muchas generaciones.
