Después de meses llenos de miedo e incertidumbre, por fin comenzamos a ver la luz al final del túnel, ya que las restricciones de viaje se relajan en varios países, sobre todo en Canadá.
Sin embargo, la recuperación económica en nuestro país, según indican estadísticas, dependerá mucho de la inmigración. Prueba de ello es que el gobierno implementó un plan para los próximo años en los que se espera recibir a más de 400 mil inmigrantes de forma anual hasta 2023, además de nuevas vías de inmigración que, en otras circunstancias, no habrían sido posibles.
Es por ello que los empleadores canadienses saben y están listos para maximizar el potencial de los próximos recién llegados a Canadá en el mercado laboral, lo cual hará que los inmigrantes se desenvuelvan mucho mejor en sus empleos, contribuyendo así a la recuperación de la economía luego del COVID-19.
A su vez, las escuelas que reciban a los estudiantes internacionales serán también clave para formar a estos alumnos y prepararlos profesionalmente para incorporarlos a la industria.
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